Visible desde cualquier rincón de Barcelona, la Torre de Collserola no solo destaca por su altura o su papel en las telecomunicaciones. Su singular ubicación y diseño la han convertido, de forma natural, en el principal punto de impacto de rayos del área metropolitana.
La Torre de Collserola es mucho más que la estructura más alta de Catalunya. Desde su inauguración en 1992, se ha convertido en un símbolo de la ciudad de Barcelona, una pieza clave en las telecomunicaciones y un caso ejemplar de integración entre arquitectura, tecnología y seguridad.
Ubicada en el Turó de la Vilana, dentro de la Sierra de Collserola, la torre diseñada por el arquitecto británico Normal Foster alcanza los 288 metros de altura y ofrece cobertura a la mayoría de servicios de radio, televisión, datos y comunicaciones.
Pero lo que muchos no saben es que, debido a su altura y ubicación, la Torre de Collserola es también el punto de impacto preferente de los rayos en el área metropolitana de Barcelona. Y ahí empieza su otra gran historia, la protección integral frente a las descargas atmosféricas.

Protección frente al rayo: una ingeniería a la altura
Desde su diseño inicial, la Torre de Collserola incorporó un sistema de protección contra el rayo desarrollado por INGESCO, que ha garantizado su seguridad operativa durante más de 30 años de servicio ininterrumpido.
La estructura metálica como captador natural
La totalidad de la torre fue concebida como un captador natural, en línea con lo establecido por la norma IEC 62305-3. Gracias a su estructura metálica, no fue necesario instalar puntas adicionales. La torre intercepta directamente cualquier descarga que se produzca en su entorno.
Esto permite una captación homogénea de las descargas atmosféricas, reduciendo el riesgo de derivaciones incontroladas.
Bajantes de cobre de gran diámetro
Para conducir la corriente de rayo hacia tierra, se instalaron tres bajantes independientes formadas por tubos de cobre de 20 mm de diámetro. Esta elección, en lugar de cables convencionales, responde a dos razones fundamentales:
Mayor capacidad frente a impulsos de alta intensidad, gracias al efecto Kelvin o skin effect, que concentra la corriente en la superficie del conductor. Cuanto mayor el diámetro, mayor eficiencia.
Robustez mecánica y térmica en longitudes elevadas, esenciales en una torre de casi 300 metros.
Sistema de puesta a tierra tipo malla superficial
El terreno montañoso de Collserola presenta una resistividad elevada, por lo que se diseñó una malla de puesta a tierra tipo telaraña, con múltiples derivaciones radiales que maximizan la superficie de contacto con el suelo.
Este diseño permite dispersar eficazmente la energía del rayo, mantener una baja resistencia eléctrica y reducir la tensión de paso y contacto, protegiendo tanto a personas como a equipo.
Equipotencialidad total de la torre
Todos los elementos estructurales, incluidos los tensores de sujeción, están conectados a la red de tierras para garantizar la equipotencialidad completa.
Esto significa que durante un impacto, toda la torre asciende y desciende de potencial de forma uniforme, evitando diferencias locales peligrosas, como arcos eléctricos o corrientes de retorno que podrían dañar los equipos electrónicos.
Monitorización preventiva de tormentas
La protección se completa con un sistema Previstorm, un sensor de detección temprana que mide el campo eléctrico atmosférico.
Este dispositivo permite anticipar la formación de tormentas con riesgo de rayo, dando tiempo para activar protocolos de seguridad que protejan a las personas y garanticen la continuidad operativa de los sistemas de telecomunicaciones.
Este enfoque preventivo está alineado con la norma IEC 62793 para sistemas de detección de descargas.
Un caso de estudio en protección integral
La Torre de Collserola no solo es un referente arquitectónico o un nodo esencial de telecomunicaciones. También es un caso ejemplar de protección integral contra el rayo, donde cada subsistema actúa de manera coordinada para garantizar la seguridad de la instalación y de los servicios que alberga.
Más de tres décadas de funcionamiento validan el diseño técnico desarrollado por INGESCO, convirtiendo la torre en un auténtico modelo de ingeniería aplicada para infraestructuras críticas en entornos urbanos.
Visible desde todos los rincones de Barcelona, la Torre de Collserola es mucho más que una estructura imponente. Es un símbolo de conectividad y protección, un ejemplo de cómo la arquitectura, la tecnología y la seguridad pueden integrarse en una sola solución.
Su sistema de protección frente al rayo sigue siendo, hoy en día, un referente a nivel internacional.
Si quieres conocer más sobre cómo diseñar un sistema de protección a esta escala o tienes un proyecto con necesidades similares, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de ayudarte.