La implementación de sistemas de protección frente al rayo en las infraestructuras eléctricas es fundamental para asegurar un suministro eléctrico confiable y seguro. Sus altas estructuras metálicas soportan un gran número de incidencias de rayos, por lo que minimizar sus efectos es la clave para mantener el servicio.
La electricidad es una parte fundamental en nuestro día a día, por lo que asegurar su continuidad es de vital importancia. Los fenómenos atmosféricos, como los rayos, representan una amenaza constante para las redes eléctricas y pueden causar interrupciones significativas en el suministro de energía. Es por eso que las compañías eléctricas deben contar con sistemas de protección frente al rayo eficientes y confiables.
Las compañías eléctricas instalan estructuras metálicas en zonas aisladas que sufren un número elevado de incidencias de rayos. Un impacto puede provocar una pérdida grave en el suministro.
Es por eso que la inversión en sistemas de protección frente al rayo por parte de las compañías eléctricas es esencial para garantizar un servicio confiable y continuo. Los costos asociados a las interrupciones del suministro eléctrico pueden ser significativos, tanto en términos económicos como en la confianza de los clientes(como interrupciones en el servicio, daños en los equipos eléctricos o incluso riesgos para la seguridad de las personas). Así, contar con sistemas de protección adecuados no solo reduce los riesgos de daños a la infraestructura, sino que también contribuye a la satisfacción de los usuarios y a la reputación de la compañía eléctrica.
En INGESCO dotamos a estas estructuras de sistemas de protección extrema y alarmas de tormentas, que proporcionan una alerta temprana a los operadores, permitiéndoles tomar medidas preventivas y garantizar la seguridad así como la continuidad del suministro eléctrico.
- Están formadas por estructuras metálicas altas situadas en zonas aisladas y elevadas, con un número elevado de incidencias de rayos.
- Las descargas atmosféricas representan una amenaza constante para las redes eléctricas y pueden interrumpir significativamente el suministro de energía.
- Pueden sufrir daños importantes en la infraestructura eléctrica, lo que resulta en reparaciones costosas y pérdida económicas